Los barrios periféricos de Bilbao están ganando protagonismo como opción de inversión inteligente. El valor del metro cuadrado en zonas como Rekalde, Casco Viejo o Begoña ha experimentado subidas de entre el 9 % y el 15 % anual, lo que refleja el auge de zonas tradicionalmente más accesibles pero con gran potencial de crecimiento.
Esta tendencia convierte a la periferia en una oportunidad clave para quienes desean entrar al mercado inmobiliario sin asumir los costes elevados del centro. Además, la mejora de las infraestructuras de transporte y el aumento de la demanda de vivienda por parte de jóvenes y familias hacen que estas zonas sean especialmente atractivas para proyectos de reforma ligera y posterior alquiler o venta.
Invertir en vivienda de tamaño medio, entre 60 y 80 metros cuadrados, y adaptarla a las necesidades actuales puede suponer una alta rentabilidad. El perfil ideal en este contexto es el de un inversor que busca estabilidad, menor riesgo de entrada y una plusvalía clara a medio plazo.
La periferia bilbaína se está revalorizando de forma constante, y anticiparse a su consolidación puede suponer una ventaja significativa frente al mercado.